El objetivo es que los habitantes de esas localidades puedan acceder a este servicio sin necesidad de desplazarse a otros mayores
El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, y el presidente de la Red Castellano Manchega de Desarrollo Rural (RECAMDER), Jesús Ortega, suscribieron antes de Navidad un convenio para instalar un centenar de cajeros automáticos en pequeños municipios de Castilla-La Mancha que carecen de sucursales de entidades bancarias y que se encuentran en zonas especialmente afectadas por la despoblación o en riesgo de despoblación. Se trata de una iniciativa que pretende contribuir con medidas reales y de forma efectiva al Desarrollo Rural de las zonas más despobladas.
Según explicó Martínez Arroyo, el objetivo es “que todos los habitantes de esos pueblos pequeños puedan acceder a este servicio sin necesidad de desplazarse a municipios mayores”, una decisión que se toma “de acuerdo con los preceptos de la Ley contra la Despoblación y el Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha”. De hecho, es una de las medidas que se incluye como prioritarias en esa ley.
Para hacerlo realidad, el Gobierno regional ha contado con la colaboración de RECAMDER. Actualmente, 449 municipios de Castilla-La Mancha carecen de sucursal bancaria, la mitad de ellos en la provincia de Guadalajara. Para la selección del máximo de 100 municipios, se priorizarán los proyectos que cumplan las condiciones de ausencia de servicios bancarios, lejanía a los más cercanos y posibilidades de acceso a otros vecinos de pedanías o municipios cercanos que también carezcan de servicios bancarios.
Por su parte, el presidente de RECAMDER, Jesús Ortega, calificó la medida de “importante a la vez que pionera en nuestra región e incluso en nuestro país” y apuntó que “el protocolo de colaboración que se ha firmado con la Consejería es fruto del buen entendimiento y la buena coordinación, pero también de la consideración y el respeto que el Gobierno regional está demostrando hacia las personas del medio rural”.
Ortega señaló que “para conseguir que la gente se quede en el medio rural o atraer a nuevos habitantes, es necesario contar con infraestructuras y servicios básicos y uno de ellos es el acceso al servicio bancario”. En este sentido, apuntó que “el gradual cierre de oficinas de entidades financieras en los pueblos pequeños está generando una discriminación más hacia los habitantes del medio rural que no pueden tener acceso al dinero en efectivo, una situación que venimos denunciando desde RECAMDER a la vez que hemos estado buscando posibles soluciones para recuperar el derecho de la ciudadanía, viva donde viva, a los servicios bancarios básicos”.
“Es un paso importante para acabar con la exclusión bancaria que sufre el medio rural y todo un símbolo para el medio rural, porque ver cómo llegan servicios desaparecidos o inexistentes es un incentivo para todos”, afirma el presidente de RECAMDER, quien añade que “poco a poco se está materializando las medidas implementadas en la Ley contra la Despoblación y en la Estrategia contra la Despoblación y eso nos estimula a seguir luchando con más fuerza si cabe por el futuro de nuestros pueblos”.
El coste de la instalación y mantenimiento de los cajeros automáticos ascenderá a 3,5 millones de euros.
Dichos cajeros, que estarán funcionado 24 horas los 365 días del año, ofrecerán una atención integral a la ciudadanía, que incluye la disposición de dinero en efectivo, la consulta de saldos, la consulta de últimos movimientos, el cambio de idioma o de pin, la recarga de tarjetas bancarias prepago y de teléfonos móviles, así como operaciones contactless, sin introducir tarjeta a través de lector con contacto.
Además, dado que en el medio rural viven muchas personas mayores, se facilitará a los vecinos asistencia y formación sobre el funcionamiento de los cajeros automáticos.