9 de agosto Día Internacional de los Pueblos Indígenas
El grupo de acción local Asociación para el Desarrollo Integral de la Manchuela conquense, Adiman, dentro de su línea de cooperación al desarrollo, se encuentra actualmente implementando dos proyectos de ayuda humanitaria en la Reserva Nacional de Flora y Fauna de Tariquía y en los municipios de Padcaya y Entre Ríos del Departamento de Tarija, en Bolivia, con el apoyo de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y la Diputación de Cuenca.
Con la Diputación se está llevando a cabo un proyecto de emergencia social para proveer a al personal sanitario de materiales de protección frente a la COVID-19. Para este fin la Diputación ha destinado un presupuesto de 18.000 euros. Con la Junta se está llevando a cabo un proyecto de seguridad alimentaria a través del fortalecimiento de la agricultura y la participación activa de la mujer. Para ello, la Junta subvencionó a Adiman con más de 60.000 euros en diciembre de 2019. (Más información sobre este proyecto https://adiman.es/el-gobierno-regional-concede-a-adiman-60-400-euros-para-un-proyecto-de-cooperacion-al-desarrollo-en-bolivia/)
La presidenta de Adiman, Mari Carmen García, ha declarado que “en un país donde el Estado no tiene la capacidad de respuesta necesaria, corresponde a las organizaciones que somos parte de la comunidad apoyar a mitigar los efectos de la crisis. Este es un ejemplo del impacto tan positivo que puede tener sobre un territorio que las diferentes administraciones vayan de la mano, pues estos dos proyectos son distintos, pero absolutamente complementarios y, cabe añadir, que el cambio de la moneda multiplica por 8 en Bolivia, por lo que, con muy poco dinero, la repercusión puede ser enorme”.
García también ha querido destacar que el apoyo municipal puede ser igualmente importante, ya que la recomendación de la ONU es que las instituciones destinen el 0,7% de su presupuesto a proyectos de cooperación al desarrollo: “una actuación que en nuestra comarca, actualmente, está cumpliendo el Ayuntamiento de Iniesta, que destinó esos fondos a estos proyectos en Bolivia”.
El gerente de Adiman, Miguel Ángel Moraga, que se encarga de supervisar estos proyectos junto con las ONG que operan sobre el terreno, NATIVA (Naturaleza, Tierra y Vida) y ASOCIO (Asociación Social Tarija), con las que Adiman lleva trabajando varios años, ha explicado que “en el área donde se está trabajando cumplen una estricta cuarenta desde el 23 de marzo como medida de precaución por la propagación de la COVID-19, es decir, no pueden desplazarse a los centros poblados de abastecimiento de productos de primera necesidad, no cuentan con apoyo para adquirir estos alimentos ni para materiales de bioseguridad y menos para pruebas de Covid, por lo que los efectos de la crisis está terminando con la esperanza de muchas de estas comunidades que, a su vez, tienen miedo al intercambio con las ciudades por la potencial contaminación que puedan llevar a su lugar de origen, donde no cuentan con asistencia sanitaria, ni medicinas… nada”.
Además, según relata Moraga “es una zona con un elevado índice de pobreza que oscila entre el 70% y el 80%, por lo que la implementación de esta ayuda humanitaria contribuirá a aliviar sus condiciones de vida y a frenar el aumento de la vulnerabilidad y la desestructuración económicas de las familias y comunidades, evitando el incremento de la miseria, la hambruna, las epidemias y migraciones forzosas de la población”.
Finalmente, el gerente de Adiman ha querido señalar que estos proyectos se enmarcan en los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, puestos en marcha por las Naciones Unidas en 2016, de fin de la pobreza, hambre cero y salud y bienestar